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Siempre he sido muy de probar herramientas nuevas en mis proyectos. Lo llevo haciendo desde que empecé en esto de internet. Creo que es parte de la curiosidad casi innata de la gente que producimos contenidos para la red. Es por eso por lo que traigo este post hoy, para recordarme a mí mismo todas esas cosas que he hecho mucho antes de que otros las hicieran.

Desde que era pequeño me ha gustado la radio, escucharla y soñar con hacerla, pero no he sido capaz de aprender todo lo que se necesita para hacer buena radio y que les guste a otros. Creo que eso se consigue, como casi todo, con práctica, así que la llegada de Clubhouse me pareció la oportunidad perfecta para experimentar con ese formato. Afortunadamente para los que no tenemos iPhone, Twitter vino para salvarnos la vida y se inventó los Espacios (Spaces), salas de conversación en las que la gente debate de lo que quiere. Y yo me lancé a la piscina.

El primer debate lo hice con un pequeño guion y sin saber si se me iba a oír. Esta sensación no se me ha quitado en posteriores sesiones, pero es lo que tiene Twitter Spaces. En el debate, hablamos con representantes políticos y vecinales de un proyecto de aparcamiento disuasorio que abrió los ojos a muchos vecinos que no sabían que eso se iba a hacer en su barrio. Fue la semilla de un movimiento que acabó con el desestimiento del proyecto por parte del ayuntamiento.

El segundo acaba de finalizar -hace menos de media hora, concretamente- y ha sido sobre el modelo deportivo para los nuevos polideportivos que se quieren construir. Quizás no sirva para nada. De momento nos ha servido para seguir aprendiendo. Las cifras han sido semejantes a la vez anterior, con unas 30 personas activas de forma continua y otras tantas abandonando la conversación más o menos rápidamente.

En un calculo rápido, creo que sirve para hacerse a la idea que aproximadamente un 1% de los seguidores que tenemos en Twitter se molestan en utilizar los Espacios. Y de esos, la mitad se quedan y la otra mitad solo curiosean. Esto demuestra que no es una herramienta conocida, pero sí innovadora. Que a la gente le gusta que le escuchen y le gusta la radio, por lo que tiene cierta capacidad de permanencia en el tiempo.

También creo que según se vaya generalizando su uso, habrá más salas, más temas de los que hablar, más participantes y más costumbre. De hecho, me voy a aventurar a decir que creo que evoluciones naturales de todo esto serán estas tres:

  • En unos años podremos escuchar la radio en directo en las redes sociales (hoy ya se hace mediante vídeos en directo vía Periscope). La SER o RNE emitirán en directo vía Twitter Spaces, que permite escuchar la emisión en segundo plano mientras tuiteas o abres otras apps. Solo tendrán que dejarles hacerlo.
  • Este tipo de servicios de audio en directo y en streaming pasarán a ser parte de las plataformas tipo Spotify, donde ya se comparten los podcasts. No me extrañaría que Spotify lanzase sus propios espacios.
  • Algún día escucharemos una emisión en directo de un podcast en Spotify (aunque esto puede que ya se haya hecho).

Todo es cuestión de tiempo.